miércoles, junio 20, 2012

ME GUSTA

Me gusta alejarme,
me gusta perderme, 
me gusta desconectar, 
me gusta no echar de menos a nadie, 
me gusta no tener obligaciones,
me gusta no esforzarme, 
me gusta no aguantar a cacatúas, 
me gustaría que se realizaran mis proyectos y anhelos, 
me gustaría querer a alguien que no me decepcionase, 
me gustaría ser independiente en todos los terrenos, 
me gustaría no conocer el miedo, 
me gustaría ser siempre libre, 
me gusta ser yo y no ser nadie, 
me gusta estar a solas con él, 
me gusta fundirme con su espuma, 
me gusta mirarlo, olerlo, sentir su brisa, 
me gusta escucharlo mientras hablo conmigo misma, 
me gusta que acaricie mi cuerpo y que me meza, 
me gusta que las olas besen mis pies, 
me gusta algún día de lluvia 
en que la gente corre espantada 
y toda la playa es sólo para mí, 
me gusta que mis ojos se inunden de todos sus azules, 
me gusta estar allí con él, 
y tal vez no volver…

domingo, junio 10, 2012

DOS ENCUENTROS DISTINTOS


PUDIERA SER

Cuando la vida nos vuelve a reunir
sucede de nuevo:
pudiera ser que las personas
que compartieron parte de tu juventud
se quedaron con pedacitos de ella
y tú te quedaste con trocitos de la suya.

Un espejo invisible refleja
los que fuimos en aquel entonces,
vivencias compartidas
grabadas para siempre en la memoria.

Nos miramos a los ojos
dejando de lado el tiempo,
que erosiona y transforma,
que te carga de responsabilidades y problemas.

Entonces surge la magia: ríes como antes,
te comportas casi igual
porque te sientes protegida,
arropada por esas personas
que siguen siendo tus cómplices
como lo fueron hace tiempo.

Y sin más, pudiera ser
que los jóvenes que una vez fuimos
vuelvan a resurgir.


 VUELVES OTRA VEZ



Mario Benedetti escribió “Si amas a alguien, déjalo libre; si vuelve a ti, es porque siempre fue tuyo. Si no vuelve, es porque nunca lo fue...”

La preciosa canción de Luz Casal “Te deje marchar” era imposible escucharla sin inundarme de tristeza y añoranza de ti.

Ahora que los años han pasado, vuelves, no sé por qué o para qué; tampoco sé quién viene, pues hace tiempo comprendí que no fue de ti del que me enamoré, sino del que imaginé. Y aunque temo que esa imagen muera o se desvanezca al abrirte la puesta, en el fondo sé que no sucederá así porque está bien guardada, tanto, que ya forma parte de mí. He aprendido mucho y ahora no podrás… Fuiste el mejor profesor. No ha habido otro igual ni lo habrá. Me extiendes la mano y yo siempre te la doy por cariño, por gratitud, por todo lo que me enseñaste sin tú saberlo, por todo lo que compartimos, pero ya nada será lo que fue porque aunque estés, las olas no te traerán ni volverás jamás.